El
photocall se ha convertido en un elemento casi imprescindible en cualquier boda
que se precie. El uso de este soporte en las bodas es una moda que ha llegado
para quedarse y la gran mayoría de novios optan por ofrecer a sus invitados el
momento photocall. Se trata de un rincón especial preparado para que los asistentes se saquen fotografías originales y divertidas, de forma que se consigue un álbum de boda fuera de lo común.
Cuando
preparamos nuestra boda tenemos en cuenta multitud de detalles como el lugar de la celebración, el menú que
ofreceremos, la música, o la decoración. Pero un punto muy importante también
es prever dónde y cómo realizaremos las fotografías de los invitados con los
novios. Mientras que hace unos años se
optaba por hacer las típicas fotos de posado, en las que los novios tenían que
esperar durante mucho rato que todos los grupos de invitados se fotografiaran
junto a ellos en unas instantáneas más bien serias y aburridas, hoy en día este
modelo ya ha pasado a la historia.
El
hecho de incorporar un photocall con algunos elementos de atrezzo (gafas,
bigotes, narices…) da mucho juego para que los invitados se hagan fotos mucho
más atrevidas y genuinas, y se obtiene así un recuerdo con mucha más
personalidad. Además, tal como su nombre ya indica (photocall signfica llamada
a la foto), este tipo de recurso atrae a los asistentes a hacerse fotografías,
a jugar y pasar un momento intenso e inolvidable, lo que hará que tu boda sea
recordada.
No
hay que olvidar tampoco que la trasera photocall es una herramienta magnífica
para que hasta los más tímidos se lancen a sacarse fotografías. Además, después
de deshinibirse disfrutando del momento de posado como estrellas de cine,
seguro que el ambiente de la boda será aún más distendido y se crearán vínculos
entre todos los invitados.
Una
vez decididos a incorporar un fotocol en nuestra boda, debemos decidir qué tipo
utilizaremos, su material y lo más importante, el diseño. Los fotocall pueden
ser de medidas muy diversas, y en cuanto a los materiales, básicamente pueden
ser textiles o de lona. En función de nuestras necesidades y del gasto que
queramos hacer escogeremos un tipo u otro. No son soportes caros y su montaje
es muy sencillo. Incorporan una estructura de fibra de vidrio que se despliega
en forma de acordeón, y luego sólo hay que enganchar la gráfica, que en el caso
de la lona cuenta con unos ojales y en el textil se engancha mediante velcro.
En
cuanto a la gráfica, existen millones de ideas para ilustrar el photocall. Las
fotografías de los novios, sus nombres impresos a todo color, imágenes que
evoquen sus aficiones o cualquier otra decoración romántica o divertida. Otra
idea interesante es utilizar un photocol de troquel. Se trata de un tipo de
fotocall hecho de cartón pluma, en el que se incorporan imágenes troqueladas
(por ejemplo las caras de los novios), y en las que los invitados pueden poner
sus caras en los agujeros de las imágenes, consiguiendo unas fotografías con
mucha chispa.
Así
pues, queda claro que incorporar un photocall a nuestra boda es una gran idea.
Conseguiremos una celebración diferente, generaremos un momento de gran
diversión entre los invitados y obtendremos un recuerdo fotográfico muy
original.
A continuación os dejamos algunas imágenes de nuestros photocalls triunfando en las bodas de nuestros clientes.
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